El cáncer infantil

El cáncer es una proliferación (reproducción) anormal e incontrolada de células que puede ocurrir en cualquier órgano o tejido. Se origina cuando un grupo de células escapa de los mecanismos normales de control en cuanto a su reproducción y diferenciación.

Todos los órganos del cuerpo (riñón, hígado, cerebro, pulmón...), la piel, los músculos, los huesos, ... están formados por tejidos. Dichos tejidos se componen de conjuntos de células que alcanzan funciones altamente especializadas para cumplir el objetivo que tienen encomendado en cada órgano o tejido.

Órganos y tejidos crecen y se desarrollan para llegar a alcanzar el tamaño adulto, y algunos se renuevan constantemente. Esto se consigue mediante el crecimiento y recambio de las células que los constituyen, y ambos procesos, crecimiento y renovación están equilibrados y sometidos a una estrecha regulación para responder a las necesidades del cuerpo.

Toda célula tiene la capacidad de evolucionar o desarrollarse en tres direcciones:

  1. Puede continuar el ciclo celular y originar otras dos células iguales.
  2. O bien madura, se diferencia y se especializa para cumplir las funciones específicas del órgano al que pertenece.
  3. Por último, puede autoeliminarse y morir, porque ya no sea necesaria.

El camino que tome cada célula depende de la información genética que posea y de lo que le marque su entorno. Por ejemplo, si un hueso se fractura, las células de ese hueso deben proliferar, aumentar en número para recomponer completamente el hueso, y además deben diferenciarse, especializarse en las funciones que tienen encomendadas en el tejido óseo. Pero una vez reparada la fractura la proliferación debe parar y no continuar fabricando hueso de forma incontrolada.

En resumen, las células obedecen a señales u órdenes, que les indican cuando deben proliferar, o madurar o diferenciarse.

El inicio del cáncer

En cualquier momento del desarrollo normal de una célula ésta puede sufrir una alteración, que si es muy importante puede impedirle sobrevivir, y la célula muere; pero si esa alteración no es letal y la célula sobrevive, origina células iguales a ellas, distintas de las normales, y portadores de esa alteración que les permite no obedecer y escapar a los mecanismos normales de control, que les ordenarían en condiciones normales hasta cuando proliferar o diferenciarse, y cuantas de ellas deben ser eliminadas porque no son necesarias.

Esto origina que en un determinado tejido u órgano existe un grupo de células anormales que van a multiplicarse sin control y que no van a madurar o diferenciarse. Esto es el principio del desarrollo de un cáncer, que de momento va a estar localizado en un órgano o tejido.

Pero además ese grupo de células incontroladas adquieren la capacidad de traspasar su lugar de origen inicial y pueden invadir órganos y tejidos vecinos, y también pueden viajar por la sangre y crecer en otros órganos o tejidos lejanos, originando lo que se llaman metástasis a distancia..

Puesto que la transformación maligna de una célula puede suceder en cualquier momento del desarrollo celular, y en cualquier órgano o tejido, podemos encontrar tumores de muchos tipos y en localizaciones muy diferentes. Y por supuesto, pueden aparecer en cualquier etapa de la vida, desde el nacimiento y a lo largo de todo el desarrollo del ser humano.

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